El propósito de sus propietarios era crear segunda residencia para pasar fines de semana o vacaciones, y disfrutar de una de sus grandes aficiones; la caza. Para ello, cuentan con una parte de la finca destinada a ello y adaptada para recibir la visita de amigos y allegados interesados en las actividades cinegéticas.

La finca presenta un exterior de lo más elegante y señorial, sin perder esa esencia de cortijo antiguo y tradicional. Nada más llegar encontramos la solería de la entrada de Campaspero, de Scalea, la colección de piedra natural de Cosentino.  Esta recepción no deja indiferente a nadie, cumpliendo cualquier expectativa en cuanto a arquitectura, diseño y decoración.

Por otro lado, encontramos la sala de estar, algo más pequeña y acogedora. Aquí se han escogido elementos de aspecto más natural, como tejidos orgánicos para el sofá, los cojines y la alfombra, además de la madera que tiene mayor presencia en diferentes aplicaciones, desde suelos y escaleras hasta varias mesas con distinto estilo cada una de ellas. Esta estancia conduce, a través de sus escaleras de caracol, a una pequeña biblioteca de diseño clásico que la rodea en su parte superior, dejando abierta la zona central de ambos espacios.

Los baños se caracterizan por la continuidad visual en la aplicación de sus materiales, que dan lugar a estancias de gran diseño, otorgándole el protagonismo merecido a un espacio tan íntimo y necesariamente confortable dentro del hogar.

La piedra natural de Sensa reviste ambos baños, uno de ellos con la cuarcita Taj Mahal y otro, con el granito Black Beauty. Diseños opuestos por su tonalidad pero que coinciden en belleza y resistencia a todo tipo de manchas.