El lote está ubicado en una colina rocosa cubierta de abeto y abedul. Limita al este con la carretera principal y al oeste con la granja de caballos de los propietarios. Los clientes querían un volumen con vistas orientadas en gran parte hacia el picadero de caballos inferior. Al mismo tiempo, querían aprovechar la intimidad creada por la topografía del terreno. 

La berma boscosa entre el camino y la casa crea un filtro visual, permitiendo una progresión secuencial hacia la construcción. El volumen no es visible desde la carretera principal, pero emerge gradualmente, culminando en la imponente fachada de ladrillo opaco con un único arco descentrado. 

Organización y narración perceptiva: la casa está diseñada en un plan asimétrico en V que conecta dos áreas distintas: un ala para el garaje y el estudio de cerámica del cliente, y un ala para las áreas comunes de vivienda. 
Los diferentes espacios están interconectados de tal manera que se crea una narrativa perceptiva para los usuarios y visitantes, que experimentan sensaciones alternas de compresión y expansión. La presencia sensorial de materias primas simples (ladrillo, tilo, roble aceitado) contribuye a crear una atmósfera tranquila. 
A partir del arco de entrada, la secuencia marca una división entre las áreas de servicio, el estudio del artista y el espacio familiar más íntimo. El pasillo curvo forma un umbral entre las dos alas. Su techo rebajado produce una sensación de oscurecimiento y estrechamiento, que contrasta fuertemente con el volumen expansivo y la luz de la sala principal al final (interesante efecto claroscuro). 
Proporciones y materialidad del vacío : aberturas amplias, pero relativamente bajas, enmarcan cuidadosamente las vistas hacia el picadero. Las proporciones variables crean una interesante tensión entre el volumen interior y el paisaje. 
Grandes tragaluces orientados hacia el este dirigen la luz hacia los velos verticales cubiertos de cal y permiten también la ventilación natural del volumen principal.
Estos volúmenes huecos crean una atmósfera brillante y luminosa, dando una cualidad sagrada al espacio. 

Un tercer "cañón de luz" en el estudio de cerámica dirige la luz cenital hacia la sala. Las superficies inclinadas del techo facetado, combinadas con los velos verticales y los cañones de luz, confieren al vacío las cualidades escultóricas habitualmente asociadas al espacio sólido. La materialidad del vacío da cuerpo al volumen. 
La variedad de espacios interiores contrasta con la aparente simplicidad del volumen exterior. La cubierta masiva se apoya en una base de ladrillo de siete pies. Las geometrías dialogan con el impresionante cuerpo de la granja existente, a la vez que dejan su huella en el entorno natural.