Entrevista con Ron Arad
Cosentino
Almería, España
El prestigioso diseñador israelí Ron Arad comparte con nosotros anécdotas de su vida profesional durante su visita a las instalaciones Dekton Cosentino en Almería.

¿Cómo fueron los comienzos de su carrera?
Ron Arad (RA): Nunca he pensado en mi formación como una carrera. Me refiero a que actualmente hago lo mismo que cuando tenía 8 años. Siempre tuvo que ver con el lápiz, el dibujo y el discurso. Mi madre era artista, pintaba, y cada vez que me veía dibujando algo fantasioso no decía: “va a ser un buen artista”. No, ella decía: “Será un buen arquitecto". Temía al arte. Erróneamente pensaba que la arquitectura era algo más sólido como profesión que simplemente ser artista. ¡Qué equivocada estaba! Cuando llegué a Londres en 1973 nadie estaba construyendo nada, por lo que el Architecture Association era más parecido a una escuela de arte que las propias escuelas de arte. Había libertad , abstracción, alejamiento de la realidad, de promotores, constructoras, presupuestos…Todo se hacía en papel antes de que llegasen a nuestras vidas los renders y el modelado 3D. Era un  periodo de airbrushing. Cuando estudiaba, el producto final no era un edificio, sino un dibujo. Por supuesto las cosas han cambiado mucho desde entonces, pero siempre me he visto a mi mismo como un forastero en esta profesión. Amo la arquitectura, pero no tanto la profesión por todos los compromisos que conlleva. Nunca te libras de las negociaciones: con el jefe de bomberos, con el policía, con el contratista, con los vecinos, con el marido, con la mujer…Nada que ver con los años en escuela. Cuando acabas, haces arte, no necesitas consultarle a nadie, no debes nada. He conseguido crear un estudio bajo esas premisas. 

¿Cómo entiende la relación entre arquitectura y diseño?
RA: La verdad es que creo que ambas disciplinas comparten la forma de adentrarse en ellas. Para mí, diseñar es crear algo que no existía anteriormente. Puede ser algo diminuto o tan grande como una torre. Si se fijan, la torre en la que estamos trabajando actualmente podría funcionar sin problema dándole la vuelta. Las plantas que normalmente irían en el techo pueden situarse en el suelo…Hay infinidad de detalles que percibo de forma distinta a un arquitecto. Hago pocos proyectos, pero los que elijo me absorben, me generan curiosidad y, por tanto, me vuelco en ellos por completo. Como por ejemplo, estas gafas. No son unas gafas normales, no tienen piezas ensambladas ni articuladas. Son tan solo una pieza.  Para mí no tendría sentido diseñar un nuevo par de Ray Bans, otras Tom Ford… No me interesa lo estiloso en sí mismo, debe ser un diseño que me interese, que me genere curiosidad…a partir de ahora la entrevista la haré con las gafas puestas, o no, ya veremos…

Imagen número 75 de Entrevista con Ron Arad
© Pablo García Ibáñez
Imagen número 77 de Entrevista con Ron Arad
© Pablo García Ibáñez
Imagen número 79 de Entrevista con Ron Arad
© Pablo García Ibáñez

¿Qué le aconsejaría a los jóvenes diseñadores y arquitectos a punto de empezar su formación?
RA: Mi consejo sería: “no sigáis mi consejo”.No intentéis ser el nuevo Frank Gehry. No necesitamos otro. Frank Gehry ya ha hecho muchas obras. No intentéis ser el nuevo "quien-sea". Centraros en aquello en lo que podáis contribuir con vuestra creatividad, lo que os llene…qué hipócrita, estoy dando consejos ahora. No era mi intención. Satisfaced vuestra creatividad, vuestra curiosidad y lo que sea especial para vosotros.
Usted nació en Tel Aviv…¿Cómo es su relación con su país de origen?
RA: Creo que parte de la respuesta está en la pregunta. No ha dicho "usted nació en Israel", ha especificado "en Tel Aviv". Amo Tel Aviv. Actualmente la ciudad se encuentra en un lugar muy famoso, en un país en conflicto situado en una parte complicada de un mundo difícil. Pero durante mi infancia allí no conocía mundo, esa ciudad era el centro de mi vida, y lo que no sabía no merecía ser sabido. Cuando ahora escucho la canción Strawberry Fields de los Beatles no me transporta a Liverpool, me transporta a Tel Aviv, donde crecí. Cuando estás creciendo eres preso de tu lengua, tu cultura, tu paisaje, tu entorno… Más adelante, al entrar en la veintena, me mudé a Londres, empecé a trabajar y mis compañeros se interesaron por lo que nos influye nacer en un sitio u otro. Yo creo que lo que más nos afecta es ser forasteros, tanto por los inconvenientes de no pertenecer en tu nuevo entorno como por las ventajas de no estar atado a nadie.
 

¿Diría que existe la globalización en el mundo del diseño?
RA: Si que existe. Ya sabe, el mundo es pequeño. Se habla del diseño británico, del israelí, del español…Pero no es fútbol. Nadie ondea sus banderas. A mí me interesan los individuos. Pueden ser españoles, catalanes…Si cuando creces, lo haces en un lugar, en una cultura…Esto te ayuda al principio pero a la larga debemos liberarnos de ello.
Hablemos de materiales. Su experiencia en el mundo de los materiales es amplia, versátil e innovadora. A menudo el material se convierte en un concepto en si mismo.¿Qué va antes, el concepto o el material?
RA: Es un viaje de ida y vuelta. En ocasiones vemos materiales y procesos y pensamos:”Qué podemos hacer con ellos?” Es impresionante. Incluso esta mañana, mientras paseaba por vuestra asombrosa ciudad cargada de materiales y procesos pensaba: “qué podría hacer aquí, qué podría hacerse…” A veces tienes una idea y piensas :”¿Qué material sería el idóneo?¿Y el mejor proceso? ¿El fabricante más adecuado?” Es la razón por la que estamos aquí. Nosotros diseñamos lo que necesitábamos sin conocernos…vosotros diseñasteis Dekton sin conocernos. Tras una breve investigación dimos el uno con el otro. Y ahora nos encontramos aquí hablando de lo que podemos hacer juntos, de lo que aún ni nos imaginamos que podemos hacer. Lo ve, un viaje de ida y vuelta.
Hablemos de España, el país donde nos encontramos ahora mismo. No es la primera vez que nos visita. Diseñó el séptimo piso del hotel Puerta de América en Madrid. También expusieron su obra recientemente en la galería Ivorypress. ¿Qué relación mantiene con este país? ¿Cómo se siente cuando trabaja en España?
RA: También hubo una exposición en las Ramblas de Barcelona, por un premio que gané. España es uno de mis destinos vacacionales favoritos. Veraneo en Formentera. Descubrí la isla a través de Javier Mariscal hace muchos años gracias a una exposición que organizamos juntos para celebrar el décimo aniversario del Centro Pompidou. Se eligieron diez diseñadores que representasen diferentes ramas del diseño. Yo representaba la ruina porque jugaba con hormigón roto, no me preguntes por qué. Mariscal y yo éramos los más jóvenes. Nos hicimos muy amigos desde entonces.

Imagen número 81 de Entrevista con Ron Arad
© Pablo García Ibáñez
Imagen número 83 de Entrevista con Ron Arad
© Pablo García Ibáñez

¿Compara su trabajo con el de sus colegas de profesión?
RA: Si, creo que cualquier cosa que hagámos, si es lo suficientemente visible, o visible de cualquier manera, y ofrece algo nuevo, pertenece a un diálogo. Cuando voy a una exposición o a ver algo, y no siento celos, es que no es bueno. Me refiero a que, para mí, ir a una exposición y no sentir celos me hace pensar:"¿Por qué estoy perdiendo mi tiempo aquí?". Al mismo tiempo, cuando tengo una idea pienso:"¿Es buena o es mala?" Si viese estas gafas en una galería o, ya que no son arte, en una óptica,¿estaría celoso?. Si la respuesta es afirmativa me lanzo de lleno, pero si no...
 

Imagen número 85 de Entrevista con Ron Arad
© Pablo García Ibáñez

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