Bitelhaus propone un nuevo concepto de casa de fin de semana, en el que prima la versatilidad el bajo mantenimiento y su apertura al exterior.

A las afueras de la ciudad de Buenos Aires, la casa propuesta Alric Galindez se resuelve en un único volumen lineal, rotundo y elegante, colocado en perpendicular a la calle en busca de la mejor orientación y respetando los árboles de gran porte que existían en la parcela. Toda la fachada se resuelve con un sistema de paneles móviles, que permiten un bajo mantenimiento y mucha facilidad la hora de abrir y cerrar la vivienda hacia el jardín.

La linealidad del volumen facilita la distribución del programa de la vivienda, permitiendo un espacio semicubierto como espacio principal y de distribución, y permite el mantenimiento climático interior gracias a la ventilación cruzada. En sección, la bóvedas de cañón continua tiene diferentes curvatura para así generar distintos ambientes, controlar la entrada de luz y la circulación de aire, y generar un ritmo en todo el recorrido interior.

En el municipio gerundense de L’Escala, en el Alto Ampurdán, se sitúa esta casa proyectada por la firma de Barcelona Bellafilarquitectes.

Con una superficie construida de 204 metros cuadrados, la vivienda unifamiliar está diseñada a partir de dos premisas: respetar los pinos que ocupan el terreno y no vallar la parcela, limitando el cerramiento a un murete de piedra de 50 centímetros de altura. La construcción está ubicada a pocos metros de la playa por lo que el camino de acceso está muy transitado en verano. Uno de los retos del proyecto era proteger la intimidad de los ocupantes.

La estructura está formada por muros de hormigón armado de 2,20 m de altura que soportan una cubierta compuesta por bóvedas de medio punto, vitrificadas y de color verde, que se proyectan en voladizo sobre la fachada sur. Los muros de hormigón se extienden más allá de los espacios interiores, generando dos patios semicirculares, uno contenido dentro del otro, que permiten preservar la intimidad.

Construida entre 1904 y 1908, la GES-2 era una antigua central eléctrica ubicada en Bálchug (Bolotny óstrov), una isla fluvial situada en el corazón de Moscú.

La intervención transforma el histórico edificio industrial en un espacio concebido para producir una experiencia articulada que, desde las artes visuales, conduce a las escénicas, tras atravesar un espacio cívico de carácter abierto. Con 20.000 metros cuadrados, la nueva sede moscovita de la Fundación V-A-C incluye una biblioteca, un auditorio, espacios expositivos, aulas y talleres. Se demolieron las partes añadidas para devolver a la construcción su configuración volumétrica original. Además, en la nave central se eliminaron todos los elementos que dificultaban la percepción de este espacio en toda su longitud. Una de las claves del proyecto es también la preservación de la estructura metálica inicial.

Con este fin, se realizaron análisis químicos, y se inspeccionaron cada uno de los elementos para sustituir o reparar los dañados por el paso del tiempo. La rehabilitación mantiene cuatro chimeneas, originalmente de ladrillo, materializándolas ahora en acero, las cuales se han convertido en cuatro dispositivos que capturan aire más limpio a 70 metros de altitud, activando la ventilación natural y reduciendo el consumo de energía. El proyecto está basado en dos conceptos principales: por un lado, la idea de construir un espacio donde los visitantes se sientan guiados por su propia intuición; por el otro, se genera una red fluida de circulación, concebida como una especie de ‘escultura espacial’.

Con más de 151.000 obras, el Depot Boijmans Van Beuningen de Rotterdam abre sus puertas al público el 6 de noviembre de 2021, obra de la firma holandesa MVRDV.

Fruto del concurso celebrado en 2014, el proyecto de 15.000 metros cuadrados está situado en la zona norte del Parque de los Museos, diseñado por sus compatriotas de OMA. El volumen presenta una fachada curva con una superficie reflectante de 6.609 metros cuadrados de vidrio, subdivididos en 1.664 paneles espejados, que integran la construcción en el entorno y reducen su impacto visual. El cuerpo compacto de planta circular —semejante a un bol—minimiza su huella y está coronado por una cubierta ajardinada a 35 metros de altura.

El atrio central presenta un recorrido con escaleras entrecruzadas y vitrinas expositivas, que asciende a través de los niveles del edificio, para ofrecer a los visitantes un acceso poco común e información sobre cómo el museo cuida y mantiene su colección, conectando las galerías expositivas, talleres de restauración, almacenes y un restaurante. Las obras se almacenarán y exhibirán en cinco zonas climáticas diferentes, según los requisitos específicos de temperatura y humedad de los materiales empleados en las piezas de arte.

La tienda insignia Mietis refleja el cautivador y colorista imaginario de la firma y ofrece una experiencia creativa ajustada a los intereses particulares de cada cliente.

La nueva tienda de la joven firma de moda se ubica en la emergente zona de Poblenou. El proyecto de los barceloneses Evvo parte del respeto a la preexistencia, dejando inalteradas todas las huellas del paso del tiempo en sus paredes y los rasgos que lo enraizaban en el barrio. Las nuevas intervenciones se entienden como una capa más del complejo palimsesto.

La gama cromática elegida -unos suaves tonos pastel- junto a los materiales industriales -como el aluminio y hormigón- trasladan la identidad de la marca al espacio físico y construyen un ecléctico universo de arcos remarcado por las texturas teatrales de los cortinajes. Además del espacio comercial, también se ha propuesto un estudio de diseño, atelier de personalización y galería.

Un refugio de montaña en continuidad con la bella superficie que le rodea, para formar una nueva colina en un lugar lleno de ellas.

El proyecto se mimetiza en el paisaje, mostrando su presencia únicamente con sus muros de hormigón. Dos para contener la tierra y otros dos para crear un camino lo suficiente ancho para permitir el paso, pero a su vez lo suficiente estrecho para obligar a emprenderlo en solitario. El ligero descenso de acceso hacia la casa -para invitar a la reflexión- únicamente se ve interrumpido por un vigoroso árbol y culmina en una suave bóveda que genera el acceso.

Las áreas públicas se disponen en el lado izquierdo de la casa abiertas a la cañada, mientras que en el lado opuesto las zonas más íntimas se organizan entorno a un patio que permite ver el cielo y las copas de los árboles. Una reducida paleta de materiales -piedra, madera, hormigón y acero- junto con estrategias para ocultar las instalaciones, electrodomésticos o luminarias conservan una atmósfera primitiva, evocan el primitivo refugio de montaña.

En un pueblo de la meseta castellana una edificación agrícola y ganadera de principios de siglo XX ha sido transformada en vivienda.

La intervención busca preservar la identidad del espacio productivo y el carácter vernáculo de su construcción. La crujía del granero aprovecha la energía térmica mediante la inercia que le confiere el muro de adobe. La cubierta se aísla e impermeabiliza mediante un panel sándwich, colocado entre la teja vieja y la estructura de troncos y tablero de ripias de madera. Cambiando el panel ondulado por otro de policarbonato, un lucernario sobre la escalera ilumina el espacio superior e inferior.

Se introduce un forjado ligero de viguetas metálicas vistas y panel sándwich para aprovechar la altura libre, sin alterar la volumetría original, pero se mantiene la altura total en los dos extremos del granero, con la escalera a un lado y una habitación en el otro. La segunda crujía, donde estaba la bodega, contaba con tres cerchas de madera. Debido a las goteras, una de ellas estaba podrida por lo que se decide quitarla y abrir un patio central que genera un espacio exterior cercano a la cocina.

El estudio de Basilea inaugura un nuevo centro cultural dedicado al arte, el diseño, la arquitectura y la imagen en Hong Kong.

Con el ambicioso objetivo de dotar a Hong Kong de un hub artístico con proyección internacional, el Distrito Cultural West Kowloon contempla la creación de nuevos espacios para la educación y las artes circundados por un gran parque junto al puerto Victoria. Entre todos ellos el Museo M+, obra de Herzog & de Meuron, +, es el buque insignia del proyecto y finalmente abrió sus puertas el pasado 12 de Noviembre.

Dedicado a la cultura visual contemporánea, el centro se organiza en un edificio en forma de T invertida, que cuenta con treinta y tres galerías expositivas dentro del gran basamento, así como diversas salas polivalentes, un centro de investigación y oficinas alojadas en el esbelto bloque de doce plantas cuya fachada incorpora un sistema de luces led que convierte al propio edificio en un enorme soporte de arte digital.

Suzuko Yamada propone una casa inspirada en los bosques de Ruanda para un pequeño rincón de una zona residencial de Tokio.

La casa se construye bajo la filosofía de poder ser fácilmente ampliada, rehabilitada y modificada, con una estructura de barras de acero que sirve de preludio para el complejo bosque de vigas y pilares de madera interior. Todos los elementos quedan expuestos para que los soportes, arriostramientos o tuberías se dispersen entre los libros, macetas o plantas y den forma a las escenas de la vida cotidiana.

El límite con el exterior se desdibuja, sin un límite construido claro. El jardín conviven en simbiosis con la casa, de esta manera la selección de árboles frutales y otras plantas se confunden con la urdimbre de barras metálicas que conforman el porche, las escaleras facilitan la poda de la vegetación, las pasarelas sirven de guía para las vides y las ramas permiten cierta intimidad en el interior.

El estudio madrileño DIIR propone un soporte neutro que realce la colección para la tienda insignia de una joven marca de moda.

Situado en la céntrica calle valenciana de Colón, el establecimiento se divide en nueve recintos iguales definidos por una retícula de gruesas particiones. La apertura de grandes vanos concatena las estancias para generar un conjunto fluido. Con una gama cromática limitada, donde predominan los tonos pastel, la única nota de color la pone una robusta escalera de microterrazo rojo.

El singular espacio comercial, con reminiscencias palaciegas, se completa con unos volumétricos expositores que ayudan a ordenar las salas y un revestimiento de piedra local que enmarca las transiciones entre ellas. La propuesta invita a reflexionar sobre los nuevos códigos de venta, y propone una experiencia de compra basada en la rotundidad espacial y la cualidad material de sus atmósferas.