El número 81 del madrileño Paseo de la Castellana es la dirección de uno de los edificios más importantes de la ciudad. Desde esta ubicación se expone a la ciudad a través de una esquina que no llega a serlo nunca. Su vértice redondeado esconde técnica y precisión, tanto como una locomotora o cualquier máquina sacada del mundo de la ingeniería. Ahora, 36 años después de su construcción, la Torre BBVA nos muestra sus tripas recién renovadas y nos da una lección magistral de accesibilidad, sostenibilidad y tecnología. Una mirada hacia el futuro desde el interior de un referente de la arquitectura española del siglo XX.














