Diseñado por Francis Kéré, el pabellón de la Serpentine Gallery 2017 se concibe como un microcosmos, una estructura comunitaria que fusiona las referencias culturales de Burkina Faso —el país de origen del arquitecto— con técnicas de construcción experimental. El proyecto se inspira en el árbol entendido como el lugar donde las personas se reúnen, donde las actividades cotidianas se desarrollan bajo la sombra de sus ramas. Una gran cubierta, formada por barras de acero y envuelta por una piel transparente, permite que el sol entre en el espacio y al mismo tiempo lo protege de la lluvia. En la superficie interior del techo, un conjunto de listones de madera filtran la luz, creando un patrón de sombras dinámicas.





