AtrásTras un primer acercamiento al edificio original, un volumen compacto de 91 m de largo por 16 de ancho de fábrica de ladrillo, se optó por una estrategia de diseño que se centraba por igual en dos aspectos: un mayor aprovechamiento del espacio disponible y la adaptación de la cubierta como complemento del espacio edificado.
La primera estrategia de diseño consistió en descentrar el núcleo de comunicaciones en planta y recuperar el nivel semisótano. Esta operación se materializa mediante una importante intervención estructural de sustracción, que genera, a lo largo de la fachada de acceso desde Manuel de Falla, un patio exterior que abre toda la planta y se ve complementado por la intervención realizada en la fachada posterior, que aprovecha la rampa de acceso a los niveles de aparcamiento para captar la luz natural. El resultado es una planta iluminada en sus dos frentes longitudinales.
La segunda operación interviene sobre el espacio de la cubierta. Se decide acondicionarla como un espacio común que ofrece muchas posibilidades de uso, desde un lugar donde organizar eventos al aire libre o simplemente una zona de expansión para los trabajadores.
