El propietario de un viejo caserío situado en la ladera de un monte cercano a la localidad navarra de Bera se asocia con el arquitecto Jordi Hidalgo Tané para realizar un proyecto de reconversión del lugar en una casa rural. En un diálogo entre lo nuevo y lo viejo, la intervención diferencia dos grandes espacios: la edificación original y un moderno volumen anclado en la ladera, enfrentado al sobrecogedor paisaje de los montes navarros. La construcción original de piedra mantiene una relación de respeto con el entorno mostrando una apariencia acorde a la tradición arquitectónica de los montes navarros.
En el interior, sin embargo, la casa sorprende con un lavado de cara gracias al añadido de muros de hormigón y revestimientos de madera de roble destinados a alojar las habitaciones de los huéspedes.El segundo volumen pasa a formar parte del monte encajándose en él. Comunicado con el caserío a través de una pasarela de vidrio, completa el programa de la casa rural con una amplia zona de estar más cocina con vistas al exterior. Se vuelven a utilizar el hormigón y la madera de las habitaciones para reforzar el discurso del proyecto, manteniendo el contraste entre lo moderno y lo tradicional, el pasado y el futuro.
Landaburu Borda
Jordi Hidalgo Tané
Bera, España
Jordi Hidalgo Tané reúne lo antiguo y lo viejo en Landaburu Borda, una casa rural pensada para el descanso y el disfrute del paisaje.