Desde la pequeña taberna Aponiente, en el puerto de Santa María, Ángel León desarrolló su cocina vinculada al mar. Eso le valió el título popular del «Chef del Mar», y dos estrellas Michelin que se lleva a su nuevo local, una amplia nave que se apoya sobre las marismas gaditanas, y que originalmente era un molino de mareas. Con el mismo equipo y las mismas ideas, busca ahora seguir creciendo (manteniendo, eso sí, el número de comensales) para en un futuro conquistar el salar sobre el que se ubica con huertos y animales, y generar así un sistema autosuficiente que, con ironía imagina como el Disney World de la cocina.






