Escondido en una ladera boscosa cerca de Basilea, se puede ver un edificio con estructura de cristal que se eleva en un pequeño claro, a la altura de los árboles que lo rodean. La Casa Forest pertenece a una familia de cinco miembros que ama el arte de las líneas limpias tanto como la naturaleza. Esto también se refleja en la vista desde la cocina-salón hacia el jardín.

La casa apenas resulta visible desde la calle del barrio. Solo al avanzar por el camino de losas color claro fabricadas en gneis local, es posible ver el polifacético edificio, escondido entre los árboles. “La fachada exterior en color tierra y la forma angular del edificio están en constante diálogo con el entorno natural», dice Juan Gonzalez, del estudio de arquitectura DALUZ GONZALEZ ARCHITEKTEN. “En colaboración con los clientes, hemos intentado crear contraste y armonía con la naturaleza, tanto en el exterior como en el interior”.

Losas de gres porcelánico de gran formato y fino espesor, en un marrón oscuro iridiscente y pulidas por ambas caras, revisten el edificio heptagonal y la terraza del tejado, que recuerda a un nido. La fachada del edificio se ve interrumpida por grandes ventanales, algunos de ellos extendiéndose del suelo al techo. Por su parte, la cara sur está casi completamente acristalada, lo que permite que la luz del día penetre en su interior. Comedor y sala de estar se funden en un espacio abierto con paredes de hormigón. Como contrapunto, las molduras de las ventanas y las estanterías son de roble color miel. Este mismo color se ha utilizado también para los peldaños de las escaleras y los suelos de los dormitorios, dotando al conjunto de calidez natural.

El lujo y la sofisticación se adaptan a los gustos de los propietarios de esta casa ubicada en Forianópolis, Brasil, diseñada por Ana Paula Ronchi Arquitetura. En ella, las líneas orgánicas y una paleta de tonos neutros y claros, crean espacios funcionales y flexibles en los que se han integrado piezas diseñadas a medida por el propio estudio de arquitectura.

Para este proyecto se ha utilizado Dekton Arga, no solo por la belleza del material sino también por sus ventajas técnicas. “Elegimos Cosentino por su resistencia y sofisticación, además de por su perfecta integración con la paleta de colores diseñada para este proyecto”, explican desde el estudio.

Un hogar con mucha luz

La iluminación natural es la principal protagonista de esta vivienda familiar de 230 m2 situada en San Juan de La Salle, en Madrid. El equipo de Villalón Studio necesitaba crear estancias funcionales y versátiles; que ofrecieran la posibilidad de adaptarse a todos los miembros de la familia, así como a diferentes momentos del día o situaciones. En este sentido, la abundante luz con la que cuenta la casa, gracias a su orientación, ha sido clave para optimizar al máximo los metros cuadrados y aprovechar cada uno de los espacios.

Para el salón comedor, María Villalón y su equipo optaron por tonalidades claras, en crema y gris, tanto para la tapicería de los sofás (Tapicerias Ilarcuris) y las alfombras como para las paredes, el suelo y el mobiliario, dejando colores más oscuros para la madera en algunas de las sillas y para una pequeña barra dispuesta para crear y servir cócteles, una de las pasiones del propietario de la vivienda. Además, la rafia juega un papel importante, estando presente en las puertas del mueble auxiliar situado en uno de los laterales, y en los biombos, realizados por Pablo Yubero, que actúan como separadores móviles, capaces de adaptar la estancia y la iluminación, según la intimidad o apertura de la que se requiera.

Como elemento central se ha elegido una gran mesa hecha con travertino. Una pieza única que, sin duda, acapara todas las miradas y otorga a este espacio un gran protagonismo, por la exclusividad y originalidad siempre ligada a la piedra natural. El resultado es un espacio acogedor, cambiante y con mucho estilo en el que el arte, con piezas de Garna Art Gallery y Beatriz Aiguabella pone un acento de color.

Un interior muy exigente

Las interioristas de esta casa, en una conocida zona residencial de las afueras de Madrid, se enfrentaron a un doble reto: por un lado, tenían que unir y dar coherencia estructural a dos viviendas adosadas independientes, convirtiéndolas en un solo unifamiliar de gran tamaño con menos estancias, pero más grandes; por el otro, debían rejuvenecer la estética interior de la construcción, creando un ambiente urbano, inspirado en los lofts neyorquinos, algo más cercano al perfil de sus propietarios, una joven pareja con varios niños y gustos internacionales.

Para ello, redistribuyeron el espacio, creando una gran planta diáfana de 100 m2 con parte de los techos a doble altura. Situaron la escalera, que da acceso al sótano y a la segunda planta, en el centro de la nueva habitación que alberga el salón, el comedor, un rincón de trabajo, la cocina, un aseo y algunas zonas adicionales para relajarse o leer. Construida en hierro, madera y cristal, funciona como un elemento casi escultórico que permite la conexión visual entre las diferentes áreas, y a la vez ayuda a crear distintos ambientes según su uso.

Una estética industrial pero cálida marca toda la decoración, combinando maderas nobles con acabados naturales, latón, terciopelos, ladrillo visto y suelos de gran formato que recuerdan a un hormigón con toques metálicos, pero con mejores prestaciones técnicas en cuanto a resistencia se refiere. Los propietarios querían un suelo “todoterreno”, que aguantara una animada vida social (que no se manchara con la caída, por ejemplo, de una copa de vino) y el exigente uso de los niños pequeños (rayaduras, golpes…). Las interioristas les recomendaron una apuesta segura, Dekton Nilium.

Construida en 1931 por el Dr. Richar Spector, esta villa de 600 metros cuadrados ha vuelto a la vida tras la renovación llevada a cabo por Burçcin Dinler, de Tasarimca Design Office. Ubicada en una finca de 1,2 hectáreas en Connecticut, Estados Unidos, esta mansión renovada se ha convertido en un espacio acogedor, contemporáneo y con mucha armonía.

El proceso de renovación de Wesport Villa duró cerca de un año. El concepto de diseño de interiores desarrollado se ha enfocado en potenciar la gran luminosidad con la que cuentan las estancias desde un estilo contemporáneo desarrollado con materiales de calidad. Entre ellos, los revestimientos de Cosentino, que fueron utilizados para las encimeras de baños y cocina.

El principal reto de esta vivienda era dialogar con su propia ubicación, un inmueble emblemático de la arquitectura nacional diseñado por el arquitecto catalán José Antonio Coderch a mediados de los años 60. El Edifico Girasol, en la esquina de las exclusivas calles de Ortega Gasset y Lagasca en Madrid, se caracteriza por un aprovechamiento magistral de la luz natural. Cada vivienda gira sobre su eje hacia el mediodía, calculándose este giro en función de las posiciones más favorables del sol a lo largo del día y de las distintas estaciones del año.

“Los propietarios, una joven pareja que vive con su perro Milka, un simpático Beagle, querían respetar al máximo su esencia, manteniendo la luminosidad de los espacios, pero con una distribución más amplia y continua. Pidieron que se emplearan materiales de la mejor calidad y con un diseño especial, como los de Cosentino. Buscaban acabados modernos y funcionales, pero que a la vez crearan un lugar acogedor”, explican desde Domus Arquitectura, el estudio encargado de dar una segunda vida a este apartamento.

“La distribución inicial, propia del momento en el que se construyó, era irregular, con falsos techos que reducían las alturas útiles y espacios fragmentados que perdían parte de su potencial. Además, a pesar de ser un ático con dos grandes terrazas, no había conexión entre interior y exterior”, continúan. La nueva configuración resuelve estos problemas, apostando por el cuidado de los detalles, la elegancia y lo singular. Un buen ejemplo de ello es el suelo, para el que utilizaron un Dekton Rem reformulado, con menos veta, y en gran formato, consiguiendo un acabado único que acentúa la sensación de continuidad.

Casa Decor, el hallazgo que marcó una casa

Los propietarios de esta vivienda lo tuvieron muy claro cuando visitaron Casa Decor 2020, querían una cocina con la cuarcita White Macaubas de Sensa y que su casa la diseñara Gärna Studio.

Este matrimonio, con 3 hijos ya independizados, necesitaban una vivienda abierta, con espacios que fluyeran y se comunicaran entre sí. Una casa acogedora, donde recibir las visitas de sus hijos y nietos, y poder estar todos juntos. Éstas fueron las peticiones que hicieron a Laura y Enrique, al frente de Gärna Studio, a los que ya conocían muy bien de otras reformas integrales que el equipo de arquitectos y diseñadores habían realizado.

El proyecto tenía dos objetivos claros: crear espacios versátiles, que pudieran servir para diferentes momentos según las necesidades; y que a nivel estético se consiguiera unidad, sin variar demasiado en elementos y texturas. Para ello, Laura y Enrique buscaron materiales que fueran fácilmente adaptables e hicieran de hilo conductor entre los distintos espacios. “Además, jugamos con diferentes alturas en los techos y con la iluminación para lograr una mayor sensación de amplitud y funcionalidad logrando un entorno acogedor”, cuenta Enrique García, arquitecto y director de proyectos de Gärna Studio.